La victoria más importante para el portero David Azofeifa no llegó aquel 17 de mayo cuando se convirtió en el héroe de Orotina, al atajar tres penales frente a Borussia y ganar el título de la Copa Sportik 2025.
A los 16 años ya tenía un arco que defender: el de la vida. Se hizo padre en plena adolescencia. Cambió el colegio por un trabajo en el negocio de venta de mangos y frutas de su padre Pablo.
Azofeifa asumió el reto para sacar adelante al pequeño Noah Felipe, junto a su esposa Tiffany Bolaños, en plena pandemia del COVID-19 y el mundo paralizado.
A los pocos meses de nacer, a su hijo, le diagnosticaron parálisis cerebral infantil (PCI). Pasaron las fiestas de diciembre y la mitad de enero 2021 en el intensivo del hospital.
Hoy, el pequeño Noah, a sus cinco años sonríe y grita, cuando llega a la cancha del Complejo Narime, a disfrutar junto a su padre del futsal. Una disciplina que los unió y los hizo fuertes.
En la antesala del Día del Padre conversamos con David Azofeifa, en el ‘Infierno Verde’. El emblemático gimnasio todo empezó y donde sus amigos presagiaron que sería el nuevo Álvaro Santamaría.
No todos los héroes surgen de leyendas, algunos nacen bajo una portería. Su más importante batalla no la ganó en Nicoya, la ganó junto a Noah Felipe, su mayor inspiración.
Esta es la historia del pequeño gigante del arco, David Azofeifa. El portero ataja penales que se convirtió en el héroe de Noah Felipe y de toda su amada Orotina.
–¿Cómo llega a Orotina Futsal?
R. –Llegué a los 13 años. Un grupo de amigos con los que mejengueaba en la plaza de deportes de Orotina me invitaron a la Academia de Futsal. Uno de ellos me dijo que sería el próximo Álvaro Santamaría, en ese momento no sabía quién era él. Mi mamá dio el permiso después de pasar el examen de inglés, de sexto grado.
–¿Qué recuerda de ese día?
R. –Estaba muy nervioso. Era un ambiente nuevo para mí. Nunca escuché de futsal hasta que llegué aquí. Recuerdo que me hicieron goles de todos lados. Era complicado atajar, porque en el fútbol era jugador.
–¿Por qué portero?
R. –Cuando era pequeño le decía a mi abuelo (Danilo Guerrero) que me tirara la bola y yo la atajaba. Siempre me ha gustado tratar de dar lo mejor de mí. Siempre atajaba con los más grandes.
–¿Cómo fue su debut en Juegos Nacionales?
R. –Esa experiencia te cambia mentalmente. Tenía 15 años, la mayoría eran mayores y otros de mi edad. El primer partido lo perdimos contra Alajuelita. En el segundo partido me expulsaron y en las semifinales atajé el penal que nos dio el pase a la final. Son momentos emocionantes. Te caes y te levantas.
–La pandemia lo marcó, se convirtió en papá y se fracturó el brazo…
R. – En el 2020 tenía 16 años. Estaba estudiando y jugando futsal. Un bebé te cambia la vida, me ayudó a madurar como persona. Me quebré el brazo en el 2021. Es de las cosas duras que viví como jugador. Orotina, el presidente Josué y muchas personas me apoyaron. Mis compañeros me dieron la medalla de oro, como no voy a estar agradecido con ellos.
–¿Qué representó ser papá tan joven?
R. –Es una de las cosas que más me ha motivado a seguir adelante. Siempre me propongo más en la vida. Tuve que dejar de estudiar para ponerme a trabajar. Trabajé con mi papá desde los 16 hasta los 18 años.
–¿Qué desafíos enfrentó a partir del diagnóstico de su hijo?
R. –Él era un bebe normal. Un día convulsionó y su cerebro se inflamó. Quedó con parálisis infantil. Verlo en cuidados intensivos fue muy duro. Pasamos en el hospital en diciembre y enero. La mamá se encargó de cuidarlo en casa. Uno tiene que ser fuerte por ellos. Es muy importante levantar cabeza y salir adelante.
–¿Qué lecciones le ha enseñado Noah Felipe?
R. –Los médicos nos decían que ya no iba a poder caminar, expresarse o sentir. En el día a día nos hizo ver que las cosas no serían así, fueron diferentes. Él pega gritos y sonríe cuando va al Complejo Narime. Dios es maravilloso y nuestro médico por excelencia. Para él no hay imposibles.
–El apoyo de su familia ha sido fundamental…
R. –Son un apoyo incondicional. Siempre están para mí. Ellos saben que a veces no estoy al 100 por ciento. Siempre me dicen que vaya para adelante. Con una sonrisa me motivan.
–Atajó tres penales y le dio el título de copa a Orotina…
R. –No tengo palabras para expresarlo. Los sueños se cumplen y todo llega cuando tiene que ser y no cuando uno quiere. Orotina es el equipo que amo. Darle ese campeonato al pueblo, a mi familia, a mi hijo. Noah Felipe es el que me da las fuerzas para seguir adelante con entrega y disciplina. Es un orgullo llevar esta medalla en el pecho. Se cumplió el sueño, pero queda pendiente ganar la Liga Premier.
–Su mensaje para los padres en su día…
R. –Que nunca se rindan. A veces es complicado no pasar tiempo en la casa por estar entrenando, pero todo tiene un sentido en la vida y por algo pasan las cosas.
Las rapiditas
Orotina: Amor
Portero: Es mi pasión
Futsal: Me cambio la vida
Penales: Lo mío
Portería: Un sueño estar ahí
Felipe: Mi motivación
Familia: Un amor muy grande que tengo
Papá: Un orgullo
Pandemia: Un cambio de vida totalmente
Un sueño: Ser campeón de premier y llegar a la Selección